Los controles de gestión de cobranzas son herramientas que permiten a las empresas monitorear y controlar su proceso de cobranza. Estos controles incluyen el establecimiento de políticas y procedimientos claros para la gestión de la cartera de clientes, el seguimiento regular de los pagos y el establecimiento de objetivos y metas de cobranza. Algunos de los controles de gestión de cobranzas más comunes incluyen:
- Establecimiento de políticas de crédito: Las empresas deben establecer políticas claras para la concesión de crédito, incluyendo la evaluación de la capacidad crediticia de los clientes y la fijación de límites de crédito adecuados.
- Seguimiento regular de pagos: Es importante llevar un registro de los pagos recibidos y pendientes, y establecer procedimientos claros para el seguimiento de los pagos vencidos.
- Establecimiento de objetivos y metas de cobranza: Las empresas deben establecer objetivos y metas de cobranza realistas y medibles para garantizar que se estén cumpliendo.
- Análisis de la cartera de clientes: Es importante analizar regularmente la cartera de clientes para identificar a aquellos que tienen un mayor riesgo de impago y tomar medidas para reducir ese riesgo.
Uso de herramientas de gestión de cobranza: Las empresas pueden utilizar herramientas como software de gestión de cobranza y agencias de cobranza para mejorar el proceso de cobranza.
Fuentes:
- "Credit and Collections Management Best Practices" de NACM (National Association of Credit Management)
- "Credit and Collections Kit For Dummies" de Steven Harms
- "Credit and Collections: A Business Perspective" de Michelle Dunn.
